Aunque los sustitutivos vegetarianos están ganando popularidad, los Países Bajos registra, por segundo año consecutivo, un incremento anual en el consumo de carne. En 2019 se consumieron de media 39 kilos por persona, unos cientos de gramos más respecto de 2018. La tendencia decreciente que se registró de forma continuada entre 2012 y 2017 ya no ha vuelto a producirse. Así lo revela el estudio que cada año publica la universidad de Wageningen a petición de la organización de defensa del bienestar animal Wakker Dier. «Hemos vuelto al nivel de 2007» asegura el investigador principal Hans Dagevos, «debido a que la sociedad holandesa ha vuelto a comer más carne, se han eliminado los beneficios obtenidos en años anteriores». Las hamburguesas y el pollo, sobre todo los filetes y los muslos, son la carne más popular: sólo en 2019 se consumieron más de 185 millones de pollos. «Cuando los llamados flexitarianos no comen carne en casa suelen hacerlo cuando salen al restaurante» explica Dagevos, «la industria hostelera sigue siendo un importante proveedor y promotor de carne». Las autoridades sanitarias aconsejan no comer más de medio kilo de carne por semana, un promedio que, según estas cifras, es actualmente de 750 gramos. «Si se cumplieran estas recomendaciones, el consumo de carne por persona caería a unos 26 kilos al año, en lugar de 39» concluye Dagevos. Con el cierre intermitente de la restauración y la caída del turismo, las cifras para 2020 se perfilan diferentes: se espera una ligera caída, aunque todavía no está claro. Fuente: NOS