El Gobierno acaba de anunciar que la siguiente fase de relajación de las medidas prevista para el 1 de junio sigue adelante, y algunas se amplían: el aforo máximo de 30 personas para cafés, restaurantes, cines, teatros y museos no incluyen al personal; los estudiantes de secundaria vuelven a clase pero los centros deberán proveer transporte para los alumnos que viven lejos, con el fin de evitar un pico de viajeros en el transporte público; a partir del 8 de junio los colegios de educación primaria así como los BSO vuelven al horario normal y reabren completamente; desde el 25 de mayo las residencias de ancianos que no registren casos de Covid-19 podrán recibir visitas de un familiar al día por residente; las mascarillas para el transporte público serán obligatorias para personas mayores de 13 años y la multa por no llevarla será de 95 euros; los gimnasios y centros deportivos siguen cerrados pero esperan poder reabrir antes del 1 de septiembre. Esto es posible gracias a un mayor seguimiento de la propagación del virus. Para ello, a partir del 1 de junio todo aquél que tenga síntomas podrá ser testado, llamando directamente al GGD de su región y sin pasar por el médico de cabecera. Estos trazarán los contactos de las últimas 24 horas a los que se les llamará y se les pedirá que vigilen su estado de salud y permanezcan en casa lo máximo posible. Para lograrlo, estiman realizar hasta 30.000 tests diarios y podrán contratar a un máximo de 3.200 personas a tiempo completo. Además, se ha elaborado un sistema que registrará todos los datos relacionados con la propagación del virus, y que será de acceso público. El primer ministro Mark Rutte ha invitado a los jóvenes a participar en la definición de cómo será la nueva normalidad en un futuro próximo, a pensar en alternativas para vivir juntos pero manteniendo la distancia. Ha advertido también que ahora más que nunca será esencial el cumplimiento de las medidas porque un segundo confinamiento tendrá consecuencias todavía peores para la economía holandesa. Fuente: NOS