Bajo una fuerte presión social, el gabinete de Rutte ha superado su primera crisis al llegar a un acuerdo de coalición en torno a la amnistía de los 740 niños en situación irregular en Holanda. Mientras el partido liberal de centro D66 y el protestante Christen Unie siempre se mostraron a favor de relajar las medidas para conceder el asilo a estos niños, tanto el VVD como el democristiano CDA abogaban por endurecerlas. Presionados por los miembros de su partido, el CDA cambió su postura la semana pasada y el acuerdo ha sido posible. A partir de ahora el Servicio de Inmigración reevaluará los expedientes de todas las personas que hayan solicitado la residencia definitiva para un niño desde 2013. El acuerdo persigue agilizar los trámites para evitar que los solicitantes de asilo sin residencia legal prolonguen su estancia en los Países Bajos por más de cinco años. Después de esto, las posibilidades de obtener un permiso de residencia permanente aumentan, con o sin un sistema de indulto único. Fuente: NRC