Durante los próximos dos meses, los empleados de la sede de Albert Heijn en Zaandam podrán comprar en una tienda totalmente automatizada, sin caja registradora ni personal. El cliente no tendrá que escanear o pagar por sí mismo: sensores, cámaras y ordenadores registrarán los productos que se saquen al exterior y el pago se realizará online. Sólo se pedirá una confirmación de pago para importes superiores a 25 euros. El proveedor de esta tecnología, la empresa californiana Aifi, asegura que el sistema no reconoce las caras, aunque sí los movimientos, determinando a partir de su postura, del recorrido que realiza y de los productos que recoge y devuelve, si una persona tiene la intención de robar. Para Albert Heijn, la tienda sin efectivo es un nuevo paso en la reducción de los costes de personal, el segundo mayor gasto de la compañía. Fuente: Volkskrant