Marián Pérez llegó a Holanda cuando era una adolescente y hoy es una de las pocas notarias que ofrecen servicios de notaría tanto en español como en neerlandés. Y no sólo se trata del idioma: ella ha sabido sacarle partido a vivir entre dos mundos y asegura entender las preocupaciones de sus clientes. Tanto si es para celebrar la firma de la compra de una casa como para resolver los casos más complejos, en su notaría siempre hay tiempo para charlar de lo bien que se come en España o de lo complicado que es hacerse entender en holandés.

¿En qué se diferencia su notaría del resto?
Yo soy notaria holandesa que hablo ambas lenguas. La ley obliga a que haya un traductor jurado presente en las comparecencias ante notario cuando el cliente no comprenda el neerlandés. En nuestro caso eso no es necesario, ya que tenemos una excepción por la cual podemos ofrecer también servicios notariales sin necesidad de que comparezca un traductor jurado. Además, también ofrecemos la posibilidad de redactar las escrituras y otros documentos en español, en caso de que el cliente los necesite para España o cualquier país en Latinoamérica. No hace falta hacerlas en neerlandés y mandarlas a traducir. Ese es nuestro valor añadido, uno se ahorra los costes de traducción.​

Ese valor añadido, ¿ahorra tiempo además de dinero?
Yo creo que sí, porque a menudo llegan clientes desesperados después de pasar por varias notarías holandesas donde no han podido resolver su caso. Por ejemplo, si una persona ha realizado un testamento en una notaría aquí en Holanda y se tiene que tramitar la herencia en España, este documento debe ser traducido al español por un traductor jurado, y después se envía a España. Si el notario español solicita completar algo, que suele ocurrir, el cliente tiene que volver a repetir todo el proceso mientras que en nuestro caso, un detalle así lo resolvemos en la notaría en un instante. También tenemos contacto permanente con los escribanos (notarios) de Latinoamérica. En muchos de estos países, incluidos en España, contamos con una red de notarios, abogados y fiscales que hablan neerlandés y español por lo que también podemos ponerles en contacto con ellos cuando se trate de documentos del sistema de su país. Y todo esto lo hacemos como un extra de nuestro trabajo habitual porque nuestras tarifas son muy similares al resto de los notarios.​

¿Qué porcentaje de su clientela es hispanohablante?
Aproximadamente un 25 o 30 por ciento de nuestros clientes son hispanohablantes, y vienen de toda Holanda, desde Limburgo hasta Zwolle. Porque aunque no somos los únicos que ofrecemos este servicio, sí somos de los pocos. El boca a boca nos suele funcionar muy bien, y yo creo que tiene que ver con que después de todos estos años conozco bien el contexto cultural de nuestros clientes: como española, soy conocedora del sistema español y entiendo su idiosincrasia por lo tanto puedo guiarles comparando cómo se hace aquí respecto de cómo se hace en España. Esto nos permite que podamos ayudar a todo el mundo, incluso en los casos más complejos, como nos ocurrió una vez con la adjudicación de una herencia con una vivienda en España de dos clientes que vivían aquí. Redacté dos escrituras diferentes directamente en español, las envié al notario en España y después de tres años de intentos fallidos, los clientes pudieron firmar la transmisión. Me mandaron un ramo de flores enorme con una tarjeta que decía que por fin podían dormir tranquilos. Eso es muy gratificante.

Notaris Pérez, Miriam Pérez

Además es usted una notaria que sorprende por su cercanía, uno se espera encontrar un profesional más inaccesible…
Me gusta mucho ser cercana, a veces me paso (ríe), pero creo mis clientes aprecian este rasgo de mí. Es cierto que no están acostumbrados: se esperan a un señor mayor, encorbatado y serio, y suelen quedarse sorprendidos al ver a una persona más joven, mujer y pequeñita. Para los holandeses soy la española y, al revés, cuando estoy en España soy la holandesa. Al vivir entre dos mundos no llego a sentirme de ninguno de ellos al cien por cien, pero el lado positivo es que entiendo los dos contextos muy bien y para mi trabajo esta doble identidad me ha resultado muy útil.​

¿Le ha ocurrido en alguna ocasión que acaba conociendo la vida de su cliente desde que aterriza en Holanda?
En la mayor parte de los casos suelen quedar satisfechos la primera vez y esto hace que a menudo vuelvan para el siguiente tema que tienen que resolver. Es habitual que la primera vez que vienen sea porque se han comprado una casa, después tienen el primer hijo y vuelven para preguntar sobre los dos apellidos, y de ahí al testamento (ríe). Pero no sólo nos contactan para estos temas importantes: nos escriben también para preguntarnos acerca de otras dudas que les surgen mientras viven aquí. En general lo que más me gusta es ver que vamos construyendo una relación de confianza y eso para los clientes es muy importante: saber que nos tienen aquí para los asuntos importantes de su vida. Y la prueba es que para las citas con clientes españoles la secretaria ya me reserva más tiempo, porque sabe que se va alargar, como siempre pasa. Antes de empezar la firma de la escritura ya llevamos un cuarto de hora hablando del cuadro que tengo en la entrada con una imagen de Asturias.​

Este trato ya es un rasgo que le diferencia mucho de otros notarios…
Tiene que ver con mi forma de ser, quizás. Entiendo que cuando dos personas vienen a firmar el contrato de compra de su casa, se trata de un momento importante para ellos y por lo tanto hay que vivirlo como una pequeña celebración. Además de dejarles muy claro lo que firman y resolver todas sus dudas, nos gusta sentirnos partícipes de la celebración. La compra de la casa es por lo que más nos llaman, pero también realizamos a menudo la firma de poderes notariales para holandeses que tienen casa en España y para empresas españolas, cuando quieren constituir una sociedad en Holanda.​

Usted llegó a Holanda con 14 años, sin hablar una palabra de neerlandés, ¿cómo logró llegar a ser notario?
Al principio me costó un poco. Yo soy asturiana y aunque el clima se parece, el ritmo de vida es muy distinto. Pero desde el comienzo, mis padres, los dos españoles, me mandaron a un colegio local y acabé aprendiendo el idioma muy bien. Ahora mi hermana y yo hablamos los dos idiomas con la misma fluidez. Construir una vida aquí no me ha hecho perder mis raíces porque, también a través de mi trabajo, siempre me he resistido a perder el vínculo con España, a no saber lo que pasa allí. Soy española, eso es indudable, por mucho que tenga dos pasaportes, crecí allí y ese sentimiento lo llevo en el corazón.

 

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Notaris Pérez está abierto de lunes a viernes, de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
Su dirección es: Rouboslaan, 34, 2252TR, Voorschoten​
Puedes ponerte en contacto con ellos por teléfono llamando al 071- 3333000 o por email, info@notarisperez.nl. Más información en su página web