En Holanda, casi un tercio del país está bajo el nivel del mar. El característico paisaje holandés, es un paisaje en forma de agua. Lagos, mar o sus míticos canales. Los holandeses han sabido aprovechar esta circunstancia y han creado no solo un medio de vida en torno al agua, como el comercio marítimo, sino también un estilo propio para disfrutar de esta particularidad del paisaje, como es el vivir en barcos o en sus famosas casas flotantes -o “house boats”-, algo que los holandeses son unos expertos.​

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, muchas familias que se habían quedado sin hogar, se fueron a vivir a barcos que se encontraban abandonados o que adquirían a un precio mucho más económico que una vivienda tradicional. Con el paso de los años, esta opción se ha convertido en un estilo de vida que no entiende de clases sociales ni de presupuestos. “Somos una comunidad a la que nos une nuestra pasión por esta vida, no común y muy libre”, quién habla es Max Noordhoek, presidente de la Organización Nacional de Casas Flotantes LWO. www.lwoorg.nl. 10.000 viviendas flotantes hay registradas en Holanda. Cada vez son más las personas que quieren vivir así, por lo que los permisos de residencia se limitan, para el equilibrio entre el paisaje y en la vida diaria, siga coexistiendo en armonía. “Hace años no había reglas al respecto, simplemente colocabas el barco en algún lugar de Holanda y ya estabas listo para vivir. Ahora, hay que pasar ciertas aprobaciones, como que el barco cumpla ciertos requisitos de salubridad para poder ser una vivienda”, explica.

Disfrutar de la experiencia de pernoctar en un barco o casa flotante, es una original forma de viajar y una excusa perfecta para conocer diferentes rincones del país y no solo para quién vive en Holanda, sino para el visitante que busca un viaje diferente. En Gaceta Holandesa, hemos seleccionado algunos alojamientos muy especiales, con los paisajes más sorprendentes y en alojamientos únicos, sobre el agua.

Una encantadora casa flotante en miniatura

Situada en el puerto de Andijk, -cerca de la ciudad de Enkhuizen- esta casa flotante lo tiene todo, pues aunque es muy pequeña, rebosa diseño y encanto a partes iguales. De hecho, el estudio de arquitectura Waterstudio, empresa especializada en casas flotantes, restaurantes y otros proyectos increíbles sobre el agua, es responsable de esta vivienda, que parece sacada de la revista de diseño más contemporánea. Es ideal para una escapada romántica.

Precio medio por noche: 138€

La sofisticada casa de cristal  

A solo 20 minutos de Ámsterdam y en la región de Broek en Waterlan, se encuentra esta sofisticada casa flotante de 200 metros cuadrados, donde lo más complicado será marcharte de aquí. Al estar construida con paredes de cristal, el efecto de integración con la naturaleza y el entorno es total, lo que convierte a este alojamiento en un lugar genial para desconectar de la ciudad por unos días. Con una capacidad de hasta cinco personas, dispone de todo lo necesario para disfrutar de esta casa flotante y de su exterior, pues incluye un bote para dar un paseo por la zona.

Precio medio por noche: 250€

De camping marítimo

En el norte del país, muy cerca de Oudenjik, y en plena naturaleza, se encuentra esta divertida barca construida con materiales sostenibles, que parece sacada de un cuento para niños. Con una capacidad para entre 3 y 4 personas, es la barca ideal para ir en familia. Los más pequeños de la casa se sentirán como auténticos exploradores, descubriendo los rincones de la barca, mientras escuchan los sonidos de las ranas, los patos o las ovejas que viven en el área o alumbrando con velas la barca al anochecer. El propietario, además, cuida con mimo a sus huéspedes y tiene hasta un tocadiscos, para amenizar los atardeceres más bucólicos.

Precio medio: 120€

Navegando en un yate urbano

Este original yate, situado en Warmond, al oeste de los Países Bajos, cuenta con todo lo necesario para disfrutar de unos días de ensueño y comodidad, -incluso televisión para quienes quieran sentirse como en casa-. Se puede alquilar para varios días, un plan idóneo para disfrutar en grupo ya que tiene una capacidad de hasta 6 personas. El barco lo maneja el que lo alquila con una previa instrucción que dan sus propietarios antes de alquilarlo.

Precio para un fin de semana de 3 noches: 1.250€

Dormir y navegar en una balsa es muy cool

Esta balsa situada al norte del país -junto a la ciudad de Easterein, cerca de Harlingen-, es una caja de sorpresas. Debe su nombre a la famosa balsa Kon-Tiki, utilizada por el explorador noruego Thor Heyerdahl, sobre la que recorrió 8.000 kilómetros desde el Pacífico hasta la Polinesia. Con esta filosofía aventurera y una original construcción de una mini casa sobre una balsa de 8 metros de largo, es el lugar perfecto para disfrutar de la magia de un atardecer y dormir en medio de la naturaleza. Además, a diferencia de otros alojamientos acuáticos, con esta balsa es posible navegar por el canal, lo que hace que sea una experiencia irrepetible.

Precio medio: 100€

Dormir en el yate de Christina Onassis

¿Dormir en un yate que perteneció a Christina Onassis en el centro de Róterdam? Son muchos los aspectos increíbles de este alojamiento y estas tres características juntas, hacen de esta estancia una experiencia inigualable. Situado en el puerto de City Marina, dispone de lujosas suites que llevan el nombre de los miembros de la familia Onassis. Desayunar en la terraza cubierta o en el lounge con familiares o amigos, o quizás realizar aquí una convención con la empresa, el barco ofrece múltiples posibilidades ya que cuenta con una sala de trabajo y se puede alquilar en su totalidad, hasta una capacidad de 10 personas.

Precio desde 197€.

Una villa acuática –con sauna- en Frisia

La región de Frisia es una de las más populares para disfrutar de la naturaleza y el tiempo libre. En la reserva natural Wijde Ee, se encuentra esta preciosa villa a la que solo se puede acceder en barco, pues se encuentra en medio del lago. Con una capacidad para seis personas, la vista desde la casa es realmente espectacular. Sentarse en su amplia terraza y disfrutar de la naturaleza, realizar una barbacoa o mimarse en la sauna son algunas de las delicias de este alojamiento. Además, la casa flotante se encuentra abierta todo el año y en invierno se puede acceder caminando.

Precio medio: 120€