Desde comienzos de 2017, las fachadas de muchos edificios emblemáticos e incluso los campos de tulipanes han sucumbido a las líneas negras y los colores primarios que mejor definen el movimiento De Stijl, que este año celebra su centenario. Pero si bien la obra de Piet Mondriaan es su mayor exponente, otros tres grandes artistas de la época merecen la misma atención. Ante el aluvión de actividades en torno a este aniversario, nos cogemos de la mano de Van Doesburg, Rietveld, Mondriaan y Van Der Leck y dejamos que sean ellos los que nos propongan las citas imprescindibles para disfrutar y entender su idea del “arte puro”.

Theo van Doesburg

En cierta manera, la desgracia de morir joven es mayor cuando se trata de un artista. La obra a medio terminar es lo que a muchos como Theo van Doesburg le hacen caer en el olvido, y que solo se les cite al hablar de amistades que sí tuvieron tiempo de llegar a más, de dejar huella. En el centenario de De Stijl, la ciudad de Leiden rendirá homenaje a este pintor, arquitecto y artista teórico que fundó aquí la revista de arte con cuyo nombre se bautizaría al movimiento. A partir del mes de junio y hasta finales de septiembre, el museo Lakenhal inaugura una exposición al aire libre alrededor de la catedral (Pieterskerk) con obras de los distintos artistas contemporáneos inspirados en este movimiento centenario y el prototipo de La Maison d’Artiste, uno de los proyectos arquitectónicos de Van Doesburg. Y desde 2018, reabrirá sus puertas con una sala dedicada en exclusiva al artista.

Piet Mondriaan

El pintor más internacional del grupo fundador del Stijl e impulsor también del llamado neoplasticismo, es sin duda el máximo representante de esta corriente del arte abstracto que buscaba el equilibrio perfecto entre la simplicidad y la realidad, entre el optimismo, el humor y la frialdad de las líneas puras. El país entero se ha rendido a sus pies este año y no hay rincón que no haya pisado que no se sume a su homenaje. Entre las muestras imprescindibles se encuentra el recién renovado museo Mondriaanhuis en Amersfoort, la casa donde nació el pintor; y el Gemeentemuseum de La Haya, que cuenta con la mayor colección de Mondriaan del mundo y cuya programación de 2017 incluye tres exposiciones dedicadas al artista.

La casa donde nació Mondriaan y que hoy alberga su museo, en Amersfoort © Mondriaanhuis

Gerrit Thomas Rietveld

Considerado por muchos como el arquitecto más importante de los Países Bajos, Rietveld empezó trabajando como ebanista en el taller de carpintería de su padre en Utrecht. La obra que le hizo dar el salto a la arquitectura y que representó su arranque en el movimiento artístico que nacía en 1918 fue la silla Roja y Azul, un icono de esta época a pesar de que al principio su acabado fuera en madera natural. La influencia de compañeros como Mondriaan le llevaría a pintarla de colores unos años más tarde. Su obra arquitectónica más conocida es la casa Rietveld-Schroder en Utrecht, la que fue su vivienda hasta su muerte y lo que muchos han denominado “la realización tridimensional de una pintura de Mondriaan”. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ésta puede visitarse reservando la visita guiada.

Para conocer uno de los pocos proyectos fabriles que diseñó Rietveld, merece la pena visitar la localidad de Bergeijk, cerca de Eindhoven, donde se encuentra la fábrica De Ploeg, que hoy puede recorrerse al tiempo que se visitan sus exposiciones dedicadas al arte y la arquitectura de la primera mitad del siglo XX. El ayuntamiento de Bergeijk organiza también una visita guiada por otros lugares del pueblo diseñados por Rietveld, como varios rincones del parque de Mien Ruys y un almacén.

La casa Rietveld-Schröder en Utrecht y a la derecha la fábrica de tejidos De Ploeg, cerca de Eindhoven © Norbert van Onna

Bart van der Leck

Quizás el menos conocido de los fundadores del Stijl, este pintor, diseñador y ceramista fue uno de los favoritos de Helene Kröller-Müller, coleccionista y creadora de uno de los museos más importantes de Holanda. Menos abstracto que Mondriaan, su obra responde a las premisas del movimiento De Stijl por el uso constante de los colores primarios y por una buena carga de humor e ironía. El hecho de que los Kröller-Müller tuvieran preferencia para la compra de todas sus obras hizo que estos adquirieran hasta 42 pinturas y más de 300 dibujos, convirtiendo su colección en la más importante del artista. El museo de Otterlo ofrece una amplia muestra de Van der Leck en su exposición permanente y a partir de octubre de este año inaugura otra monográfica.  

Una de las obras de Bart van der Leck en el museo Kröller-Müller © Marjon Gemmeke/ Kröller-Müller