La cultura holandesa no se caracteriza por girar alrededor de la mesa o por dotar a los alimentos de un valor más allá del puramente nutritivo o comercial, como ocurre con las culturas mediterráneas o latinas.

Pero, por más que nos sorprenda, los holandeses también tienen sus rituales alimentarios. Llama la atención que una cultura donde prima la sobriedad alimentaria tenga en el borrel, algo que muchos describen de forma amplia como “tapas holandesas”, un momento de disfrute, desahogo y socialización a través de la comida y la bebida. No dudo de que las comparaciones sean odiosas, pero los que venimos de iberia no nos sorprendemos ante unas bitterballen, sobre todo cuando sabes muy bien lo que es una buena croqueta de cocido.

Tomarse el aperitivo a la holandesa

Según el diccionario holandés, la palabra borrel se utiliza para de designar a una bebida alcohólica. También se utiliza para denominar a un encuentro con bebidas y aperitivos. Tijd significa tiempo con lo que, si atendemos a la traducción literal, borreltijd significa “tiempo de beber”. Sin embargo, el significado va más allá del “momento para la bebida”. Para los holandeses, el borrel es un encuentro social informal de un pequeño grupo de personas, que siempre es gezellig, esa palabra tan difícil de traducir, pero que vendría a ser algo así como algo que te produce emociones y sensaciones positivas.

Así pues, el borreltijd es el momento en el que un grupo de personas, ya sean amigos, compañeros de trabajo, familiares, del equipo de hockey o el hobby de turno, se reúnen para beber y comer algo por la tarde, normalmente antes de cenar.

Salvando las distancias, y en una cultura en la que la comida del mediodía es frugal y la comida principal es la cena, el borrel podría entenderse como el aperitivo o el vermut que se hace antes de comer en otros países. Lo más habitual, sin embargo, es que el borrel se celebre un viernes a la salida del trabajo, aunque también se puede dar un domingo por la mañana o a la salida del partido de fútbol con los vecinos.

¿Qué se bebe durante el borreltijd?

Buena pregunta. Lo más habitual es ver a la gente sujetando sus copas o botellines de cerveza. La variedad de propuestas de muchos locales convierte el borreltijd en un momento ideal para degustar cervezas de producción local o de la vecina Bélgica. Sin embargo, en la esencia del borreltijd se encuentra la jenever, un destilado de cebada y centeno malteados y aromatizados con enebro. La jenever es conocida también como la ginebra holandesa y, de hecho, dio lugar a la ginebra inglesa tal y como la entendemos ahora. Así, es muy posible que esa bebida alcohólica a la que hace referencia la primera acepción de la palabra borrel, se la jenever.

Para los abstemios, aguas con gas, refrescos, ginger ale, ginger beer y verse munt thee (té de menta fresca) son opciones también válidas.

Bitterballen, kaasplanken y otros productos locales

Si alguna vez has ido a un borrel con gente local, seguro que habrás oído la palabra borrelhapjes. Los borrelhapjes no son otra cosa que los snacks que se sirven durante un borrel. Nadie duda del amor de los holandeses por los alimentos fritos, así que no puede faltar una buena dosis de fritura: bitterballen, kaassouflé, mini-kroket, frikandelle o loempias son los snacks que predominan en una bandeja de borrelhapjes. Los quesos holandeses (muchas veces en forma de tablas), las aceitunas, gambas con ajo y algunos fiambres que recuerdan al salami tampoco escasean en las mesas. También son muy típicos los borrelnotjes, frutos secos que van fritos y pueden encontrarse “al natural” o recubiertos de una capa de almidón saborizada (normalmente suelen ser cacahuetes y los verás enseguida porque son como unas bolas difíciles de identificar con el exterior de diferentes colores) .

Además de los aperitivos típicos holandeses, otros platos que puedes encontrar durante un borrel son nachos o la deliciosa flammkuchen que, aunque originaria de la zona geográfica en la que se topan Alemania y Francia, es ideal para compartir y no faltan en muchas cartas.

En el bar o en casa

Prácticamente cualquier bar sirve borrels así que, si no sabes a dónde ir, sigue la regla universal de preguntarle a algún local sobre su lugar favorito, seguro que te da alguna pista interesante. El centro de las ciudades está lleno de lugares donde desconectar del trabajo en compañía de una cerveza nacional y unas bitterballen, así que también puedes meterte en cualquier local en el que se respire buen ambiente.

Si es uno de esos (abundantes) días en los que las inclemencias del clima te retienen en casa, tampoco es mala idea organizar un borrel con los amigos o los vecinos. Cualquier excusa es buena para reunirse y los supermercados te ofrecen todo lo que necesitas para que tu experiencia doméstica se tan auténtica como la de un bar holandés.

Pista: los mejores borrels en Rotterdam y Amsterdam, según la web De Buik

De Buik es la web para los amantes del buen comer y beber. Nació de forma independiente en Róterdam, en 2013, y se hizo muy popular en poco tiempo. Recientemente han incluido la ciudad de Ámsterdam y esperemos que amplíen pronto a ciudades como La Haya y Utrecht. Bokaal, Proeflokaal Reijngoud y Thoms en Róterdam, y The Can Bar, Bar Botanique o Brouwerij Troost en la capital, son algunas de sus propuestas para pasar una agradable tarde de borrels.