Hay que ver lo que apetece ya encender el horno, ¿a que sí? En mi última publicación os hablaba de lo alimentos que nos podemos encontrar en esta temporada en los mercados holandeses y, en uno de mis paseos por el mercado central de Róterdam, me hice con unas zanahorias y unas chirivías preciosas para prepararlas al horno como guarnición.

Esta receta es sencillísima, aunque requiere disponer de algo de tiempo para hacer bien las raíces al horno, para que queden ligeramente caramelizadas. Posteriormente, tendremos que darle al gratinador para que nos quede una deliciosa capa crujiente.

Aún así, lo bueno de esta receta es que puedes dejar las raíces hechas con anterioridad y gratinar en el momento en el que vayas a servir el plato.

Seguro que te chirría eso de un crumble salado. Los crumbles están asociados a la cocina dulce ya que suelen prepararse poniendo una capa de fruta en una fuente cubierta por una mezcla de avena o harina, mantequilla y azúcar.

La peculiaridad de este crumble es que en lugar de fruta usamos raíces, que también tienen un toque dulce, y la cubrimos con pan panko, frutos secos y canela, todo terminado con un chorrito de aceite de oliva. Para quien no le suene eso del pan panko, aclaro que se trata de un tipo de pan rallado japonés que puedes encontrar en establecimientos especializados. Tiene un tamaño algo más grande que el pan rallado tradicional y hace una corteza en los rebozados mucho más crujiente.

La combinación de las nueces pecanas con la canela quedan de maravilla con el dulzor de las zanahorias y las chirivías. Además, si le añadimos este toque salado que aporta el queso de cabra, el resultado es absolutamente delicioso.

Prepara esta receta para acompañar platos de carne o pollo, o como entrante acompañado de unas hojas verdes, como rúcula o canónigos. ¡Verás qué éxito!

Nota: En el vídeo, por alguna razón que no me explico, no calculé bien la cantidad de pan panko y me salió crumble de más, pero las cantidades que hay en la receta escrita son las correctas, ¡disculpad el error!


Para 4-6 personas

Ingredientes:

6-8 zanahorias, peladas y cortadas a lo largo
2-3 chirivías, peladas y cortadas a lo largo
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada sopera de mostaza antigua
Sal

Para el crumble

50 g de pan rallado panko
50 g de nueces pecanas
50 g de queso de cabra
½ cucharada de postre de canela

Precalentar el horno a 190ºC.
Poner las raíces en una bandeja de horno, añadir el aceite de oliva, la mostaza y una pizca generosa de sal. Mezclar.
Hornear durante 40 minutos o hasta que estén doradas, removiendo de vez en cuando para que se hagan bien. Puedes pincharlas con un cuchillo para comprobar la cocción.
Picar las nueces pecanas con un cuchillo y mezclarlas con el pan rallado y la canela. Reservar.
Pasado el tiempo de horneado, sacar la bandeja del horno y distribuir por encima la mezcla de pan y nueces. Añadir el queso de cabra a trozos.
Poner el gratinador del horno y gratinar unos 10 minutos. Sacar del horno, remover y volver a poner a gratinar otros 10 minutos.
Sacar del horno, añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra para aportar más jugosidad y servir.

Pista: El pan japonés puede sustituirse por pan rallado, o mejor incluso, por algunas crackers de cereales bien machacadas.