Beatriz Betancourt es consultora de belleza y maquilladora profesional. Desde que llegó a Holanda hace 16 años, se ha mantenido cercana a sus raíces latinas y con sus talleres y sesiones de maquillaje, devuelve a sus clientas hispanohablantes la sofisticación que la cultura holandesa, más relajada, a menudo les impide mostrar. El próximo 8 de diciembre ofrece uno de estos encuentros en Woerden, cerca de Utrecht, donde da a conocer la línea de productos con los que trabaja y enseñará a las asistentes las claves para tener un cutis fresco y un maquillaje adecuado para ir perfecta en cualquier ocasión.

¿Cuál es su experiencia profesional y cómo empezó?

Soy consultora de belleza de Mary Kay desde hace cinco años y maquilladora desde hace seis. Me formé aquí en Holanda. En Venezuela estudié y trabajé como técnico de marketing y, tras unos años viviendo aquí, decidí reciclarme y emprender algo nuevo en este mundo del cuidado personal que me gusta mucho.

Por las circunstancias de mi país y tras conocer a mi marido holandés, me vine a vivir a Holanda hace quince años. Entonces no esperaba dar este giro en mi vida pero comencé con algunos cursos, me gustó, continué, y ahora ya me dedico a esto profesionalmente.

¿Cuál es su labor como consultora de belleza?

Nosotras asesoramos sobre el cuidado de la piel, para, en función de las necesidades de cada uno, elaborar una rutina diaria basada en los productos de Mary Kay, una marca con más de cincuenta años de historia en la alta cosmética y que sólo se vende a domicilio a través de sus consultoras. Y funciona así porque entendemos que esta es la única manera de tratarse la piel acorde a lo que cada uno necesita, ya que nosotras hacemos una primera visita gratuita y a partir de ahí aconsejamos, sin compromiso alguno. Cada persona es diferente, y dependiendo de su edad, de cómo le afectan los factores externos o de su alimentación, tendrá un tipo piel que hay que tratar de manera individualizada. Mi trabajo se basa en animar y en enseñar a las personas que deben cuidarse la piel del rostro, porque es su carta de presentación y porque repercute en su salud y en su bienestar. Y con esta entrevista me gustaría, por un lado, informar a las lectoras de que en Holanda tienen a su asesora de belleza y, al mismo tiempo, contarles a aquellas interesadas cómo es el mundo apasionante de
la cosmética, el maquillaje, las tendencias y el cuidado de la piel, para si lo desean, convertirse en consultora, formando un equipo de ventas y creciendo juntas en la empresa, a través de la ayuda mutua y de la consecución de objetivos: una oportunidad excelente para obtener interesantes ingresos extra o desarrollar una carrera profesional en este ámbito.

¿Qué agentes externos afectan a la piel en Holanda?

En primer lugar, al igual que en otros lugares más soleados, en Holanda también es necesario usar crema de protección solar ya que los rayos ultravioleta también penetran en nuestra piel en un día nublado. No soy dermatóloga pero puedo confirmar que una crema diaria con una protección mínima de 30 es necesaria, también para protegerse de los radicales libres creados por la polución industrial y los alimentos procesados. Además, el viento reseca mucho la piel, otro factor del clima holandés que, sobre todo en invierno, nos obliga a hidratarnos a diario.

¿Cuál es su experiencia trabajando como maquilladora y asesora de belleza con mujeres hispanohablantes y holandesas? La diferencia cultural, ¿es muy grande?

Sí, sin duda. Las mujeres holandesas no sienten la necesidad de cuidarse tanto como nosotras las latinas. Las más jóvenes se arreglan un poco más, con algo de pintalabios o de máscara en los ojos, pero en general, usan mucha Nivea y no se maquillan, no muestran mucho interés. Consideran que no les hace falta. En ese sentido viven más relajadas. Aunque, por supuesto, siempre hay excepciones. Pero mi público es sobre todo hispanohablante, de Argentina, Chile, Perú, Venezuela…

maquillaje Holanda

Una de las clientas de Beatriz Betancourt, Vivian Vervain, muestra a la cámara los resultados de la sesión de maquillaje  © Lette Fotografie

Como maquilladora, ¿cuál es su especialidad?

A mis clientas les ofrezco desde maquillarlas yo, para una boda, una fiesta o algún acto especial, hasta una sesión para que ellas aprendan a maquillarse mejor. Con ellas trabajamos un estilo en función de su personalidad, y les enseño cómo pintarse los ojos o cómo aplicar bien la base para que todo quede muy natural. Porque la clave es que logren hacerlo en poco tiempo, cada mañana, y salgan a la calle con muy buena cara sin que se note que van maquilladas. Cada profesional tiene su propia personalidad y la mía, aunque soy venezolana, es la de ir discreta y no cometer excesos. Cuando vivía en Venezuela me sorprendía ver a las mujeres vestir y maquillarse de una manera tan sofisticadas a diario, yo no soy así. Por eso, de alguna manera vivir en Holanda me favorece, porque aquí podemos ir menos arregladas sin renunciar a nuestra esencia latina.

¿Cuáles son los errores más habituales que cometemos las mujeres al maquillarnos?

El primero de todos es fiarse del color de la base de maquillaje después de haberlo probado en nuestra mano, con la luz amarilla del interior de una tienda. La prueba en la mano no sirve de nada, porque la piel no se parece a la de nuestra cara. Hay que aplicarlo en el rostro, hacia la mandíbula, y con luz natural para saber el efecto exacto que tiene. Tampoco deberíamos usar la misma base de maquillaje todo el año, porque nuestro color y textura de piel cambia con el sol en verano y con la sequedad en invierno. Otro error es el de aplicar la máscara de ojos después de subir y bajar el palito varias veces dentro del bote, porque esto hace que entre aire y se seque antes. No es necesario. Además, la máscara debe sustituirse cada seis meses aproximadamente, también para evitar que se forme una pasta. En nuestros talleres la gente suele salir contenta porque, además de llevarse los productos que sabe que le van perfectamente, aprenden a usarlos correctamente.

Si la cara es el espejo del alma, el maquillaje que usted propone ¿qué le aporta a la que lo lleva?

Suelo proponer un cuidado sencillo porque, como te decía, ya en Venezuela yo no entendía por qué las mujeres deben pasar una hora delante del espejo arreglándose. Pero tampoco entiendo el poco interés que muestran las holandesas. Me siento en un término medio. De mi país siempre echaré de menos el calor humano, el carácter cercano de los venezolanos, pero me alivia no vivir bajo la presión de tener que estar siempre perfecta para gustar a todo el mundo. La sociedad nos obliga, nos empuja, a dedicarnos en exceso a nuestra imagen, porque la gente se fija en todo eso. En Holanda afortunadamente no es así, todo es mucho más relajado y nadie nos va a mirar o a juzgar por nuestro aspecto. Y eso es una gran ventaja. Pero por otro lado, al venir a vivir aquí, es fácil dejarse llevar por esta libertad y perder nuestra raíz latina, nuestra sofisticación y espontaneidad. Por eso a mis clientas les digo que estos cuidados y este maquillaje lo hagan por ellas mismas, para sentirse a gusto y ganar confianza, pero no por el qué dirán. Me encanta ver su cara de alegría y satisfacción cuando, después de un taller, se miran al espejo y se ven tan bien. Como si volvieran a ser ellas otra vez.

Beatriz impartirá un curso/taller el próximo 8 de diciembre en NME Centrum, Bredius Kievistraat, 42, (en Bredius Park) Woerden. Entre las 14 y la 19 horas.

El taller incluye:

Refrigerios, guía de automaquillaje, goodiebag y materiales. Presentación sobre las claves para combatir el envejecimiento y el cuidado de la piel. Limpieza de cutis y sesión de maquillaje donde aprenderán los trucos para hacerlo de forma rápida y cotidiana, con un look muy natural y favorecedor.

Más información en su página de Facebook o en la del evento.