Nadie duda de que a los holandeses les gusta el dulce muy dulce y cualquiera que haya probado la repostería local puede confirmarlo. En diciembre, con la llegada de Sinterklaas, las casas se llenan de aromas a canela, anís, mazapán y frutas desecadas, todos ellos ingredientes con un marcado carácter festivo.
Pese a que hoy en día podemos encontrar algunos de estos dulces durante todo el año, como las speculaas, algunos de ellos son tan propios del mes de diciembre que hacen de estas fechas un periodo gastronómico único del cual disfrutan mayores y pequeños. Demos un paseo, pues, por algunos de los dulces navideños más populares de Holanda.
Oliebollen: Traducido literalmente como “bolas de aceite”, se trata de una masa hecha con harina, huevos, azúcar y levadura principalmente, a las que se les puede añadir pasas o manzana y que se fríen en abundante aceite. Una vez hechas, se espolvorean con azúcar glas y se disfrutan con una copa de champán la última noche del año. Durante el mes de diciembre, las ciudades holandesas se llenan de puestos callejeros que venden oliebollen y appelbeignets a los transeúntes. Parece ser que estas deliciosas y calóricas bolas fueron las precursoras de los famosos “donuts” americanos gracias a los emigrantes holandeses que llevaron la receta a Nueva Ámsterdam, ciudad que conocemos hoy como Nueva York.
Appelbeignets: Muchos los consideran como el familiar directo del oliebollen, puesto que se trata de un trozo de manzana rebozada en una masa que se fríe en abundante aceite caliente. El corazón de manzana de este dulce aporta cierta ligereza y dulzor extra a la pieza, y la canela con la que va aderezada el aroma a navidad tan característico. Aunque se pueden encontrar durante todo el mes de diciembre en los mismo puestos callejeros en los que se venden las oliebollen, las appelbeignets también se consumen tradicionalmente en nochevieja.
Kerstkranjses: Estas galletas especiadas con almendras se hacen los días antes de navidad. Actualmente pueden encontrarse diferentes versiones recubiertas de chocolate o azúcar de colores. Su forma de rosquillas las hace ideales para colgarlas del árbol de navidad y no son pocas familias las que las utilizan para decorarlo. De hecho, su nombre significa “pequeñas guirnaldas de navidad”. En año nuevo, las kerstkranjses se toman del árbol y se disfrutan con el resto de dulces de esa noche.
Kruidnoten y Pepernoten: Aunque ya se ha pasado la fecha oficial para tomarlas, estos son sin duda el dulce que marca el arranque del período navideño en Holanda. Se trata de unos pequeños dulces que se comen alrededor del 5 de diciembre, cuando Sinterklaas llega de España a visitar a los niños holandeses y dejarles regalos y dulces. Aunque para los que viven su primer Sinterklaas en Holanda pueden parecer lo mismo, lo único que tienen en común son su pequeño tamaño. Los kruidnoten están hechos con los mismos ingredientes que las speculaas y podemos encontrar versiones cubiertas de chocolate. La receta de los pepernoten puede variar según su autor, pero en general tienen una textura más blanda, tirando a gomosa, y una mezcla de especias que hace de este producto un dulce muy especial: canela, clavo, nuez moscada, cardamomo y anís.
Letras de chocolate: Estas son otro clásico del comienzo de la Navidad, con la llegada de Sinterklaas. Las letras de chocolate se pueden encontrar en todos los establecimientos desde semanas antes de que arranque diciembre. La tradición marca que los niños reciban, de parte de Sinterklaas, una de esas letras de chocolate representando la inicial de su nombre, aunque también se regalan a familiares y amigos. Como nota curiosa, durante los siglos XVI y XVII, antes de que el chocolate se expandiera y asentara en Europa, estas letras se hacían de masa de repostería y en el siglo XIX se asoció a Sinterklaas puesto que los padres marcaban los regalos de los niños con una inicial hecha de masa de repostería para no confundirlos.
Kerststol: Un pan dulce típico de las navidades que va relleno de una masa de mazapán y pasas en su versión más tradicional, pero que también puede llevar otras frutas desecadas, así como frutos secos. La receta parte de una masa básica de pan fermentado con levadura a la que se le añaden las frutas desecadas, limón, naranja, agua, leche, mantequilla, azúcar, vainilla, brandy y canela. El kerststol se sirve cortado en rodajas gruesas y se come untado con mantequilla la noche de Nochebuena o como desayuno el día de Navidad.
Speculaas: otro de los dulces que se degustan con la llegada de Sinterklaas, son un tipo de galleta muy fina, crujientes, caramelizadas y con imágenes que representan desde animales o figuras que suelen estar relacionadas con la historia de Sinterklaas. También es habitual encontrar speculaas con formas de molino, Sinterklaas o de mujer con el vestido tradicional holandés. La receta se basa en una mezcla de harina blanca, azúcar moreno y levadura química a la que se le añaden especias como canela, nuez moscada, clavo, jengibre, cardamomo y pimienta blanca.
Pista: el periódico holandés Algemeen Dagblad organiza cada año un concurso sobre la mejor receta de oliebollen, donde un panel catador anónimo valora la calidad de las oliebollen que se venden en todo el país. Los resultados del concurso son muy populares y los ganadores pueden anticipar largas colas de clientes deseosos de probar las recetas ganadoras. El panadero Richard Visser, de Rotterdam, es quien tiene el record con 9 concursos ganados. Pista: el periódico holandés Algemeen Dagblad organiza cada año un concurso sobre la mejor receta de oliebollen, donde un panel catador anónimo valora la calidad de las oliebollen que se venden en todo el país. Los resultados del concurso son muy populares y los ganadores pueden anticipar largas colas de clientes deseosos de probar las recetas ganadoras. El panadero Richard Visser, de Rotterdam, es quien ostenta el récord, con nueve concursos ganados.